Nuestro dinero

Circula por internet una parábola sobre la importancia de que el dinero circule:

• Un extranjero llega al pueblo con un billete grande.
• Lo deja sobre la mesa mientras va a ver si le gustan las habitaciones del hotel.
• El billete circula por todo el pueblo a la velocidad de la gente que corre, y todos se pagan las deudas unos a otros, en un círculo perfecto.
• Al final, el billete termina sobre la mesa inicial y el extranjero se lo lleva.
• Todos han pagado sus deudas unos con otros y miran al futuro con entusiasmo.

A la moraleja le falta una palabra. Esto se refiere a la importancia de que el dinero circule LOCALMENTE.

Predicción: asistiremos a una explosión mundial en las monedas complementarias. Se hablará de ellas y conoceremos distintas variedades, metodologías, éxitos y fracasos.

Implicación: las monedas complementarias no son un deporte para espectadores, sino para jugadores.

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Imaginación (como ejercicio serio): Puedo imaginar que en Canarias tengamos dinero abundante. Lo que ahora llaman "liquidez". Puedo imaginarlo porque:

• Si tienes tiempo, tienes dinero. ¿Estás sin empleo? Eso es la versión extrema de "tener tiempo". Eso significa que tienes, de las 7x24=168 horas que tiene la semana, unas 35-50 horas semanales disponibles. Tienes conocimientos y energía y disponibilidad. Supongo que puedes inscribirte en el Banco de Tiempo de Canarias a ver qué pasa.
• Si tienes recursos materiales, tienes dinero. Tienes una azotea, coche o bicicleta. Herramientas que no usas todo el día. Cosas que para tí son basura y que puedes regalar al siguiente usuario, como se ha iniciado en Tacoronte y en Icod de los Vinos (iniciativas "dormidas", según parece).
• Si tienes destrezas, tienes dinero. ¿Sabes reparar cosas, cocinar, cultivar?
• Si tu EMPRESA se une con otras empresas, pueden hacer como los suizos con el WIR. (Otro día escribo más.)
  

Lo que falta es crear los mecanismos (variados, experimentales, flexibles, fluidos) para que intercambiemos esas cosas entre nosotros, de forma local.

No sustituirá al dinero oficial. Pero puede complementarlo. Tal vez hasta el punto en que, si se hunde el dinero oficial, no lo echemos mucho de menos.

Y, oiga usted, si no hace falta usar el airbag del coche, pues no se usa y tan contentos.