Siempre que hacemos predicciones nos basamos en nuestros conocimientos previos.
Frecuentemente nos apoyamos en el conocimiento estadístico del pasado. Casi el 100% de las veces que he subido una escalera no me he torcido el tobillo, así que estaré bastante tranquilo subiendo la próxima escalera.
Otras veces, nuestro conocimiento se refiere al sistema, y cuando es un sistema simple, nuestro planteamiento puede ser simple. Si la moneda tiene un peso equilibrado, no tengo motivos para pensar que la cara tenga más probabilidades que la cruz, así que asumo un 50% para cada lado.
El problema es predecir cuando los sistemas son complejos. Porque entonces hay, y lo sabes, mecanismos que van buscando metas distintas. Y esos mecanismos pueden tener una fuerza relativa diferente en cada momento.
Un ejemplo trivial me lo encontré hace años, cuando un señor se quejaba de que no le permitían renovar el permiso de conducir. Su argumento era que, si no he tenido ningún accidente en los 80 años que llevo conduciendo, ¿por qué voy a tener más peligro ahora? El contra-argumento era fácil: ¡porque ahora es usted más viejo, y los reflejos se reducen con la edad!
No es tan fácil saber qué mecanismos se activarán frente a un ¿probable? empeoramiento de la crisis económica, o de su combinación con las crisis políticas y medioambientales.
¿Se activarán los mecanismos que nos matan (por ejemplo con enfrentamientos tontos que empeoran las cosas) o los que nos hacen más fuertes (por ejemplo haciendo surgir soluciones creativas prácticas)?
No lo sé, y sospecho que tú tampoco, y que me dirás lo que piensas en los comentarios o por cualquier otra vía. ;-)
Voy a seguir investigando los mecanismos que nos matan y los que nos hacen más fuertes, para ver cómo amortiguar unos y cómo facilitar los otros.
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