Me entero por la bitácora de Marcin y compañía: están a punto de terminar su máquina de fabricar ladrillos.
La idea es desarrollar 28 tecnologías (todas ellas abiertas, como el software libre en sus distintos sabores; y centrándose primero en 18) para que quien quiera pueda fabricar su propia "aldea". Tienes un terrenito, y con el equivalente a un millón de las antiguas pesetas te compras o fabricas las máquinas básicas. Con esas máquinas, te haces una vivienda bioclimática (¿ah, pero cómo es que hay de las "no bioclimáticas"? ¿estamos tontos, o qué?), extraes el aceite de las algas y lo usas como combustible, y todo lo demás.
Habrá que verlo para creerlo, pero me parece de lo más interesante: puede que tras el software libre venga, efectivamente, una "economía inter-pares" y lo de las monedas complementarias.
Todo esto son "ladrillos" (literalmente, y también metafóricamente como "cosas básicas" y como "cosas difíciles de entender todavía") para construir un futuro que me está empezando a resultar francamente apetecible: la visión de Marcin es trabajar 2 horas al día para la "autoprovisión inteligente" (y luego a dedicarse a la samba, supongo). ¡Hay que ver cuánto hay que trabajar para no trabajar!
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