Cuestión de Escala

Cada vez que contemplemos la posibilidad de aplicar alguna idea que tengamos en la cabeza, hay que pensar en muchos aspectos. Entre ellos, el aspecto de la escala. Y tanto en la escala de la prisa como la de la cantidad.

Dos ejemplos:

Veamos primero el tema de la prisa. Conseguir alimentarnos a base de fruta puede estar muy bien, pero está claro que requiere más tiempo que alimentarnos a base de verduras y hortalizas. Si hay una crisis alimentaria del origen que sea, planta lechugas y tomates y otras cosas, pero no castaños, por poner un ejemplo.

Veamos ahora el tema de la cantidad. Producir combustible a base de pipas de girasol puede ser fantástico, pero está claro, o lo estaría si hiciéramos los cálculos pero no los voy a hacer porque esto es sólo un ejemplo, que requiere un número de hectáreas mayor que el que tenemos en estas islas.

Así que sí: hay que recopilar y generar ideas, y además hay que evaluarlas de acuerdo con varios criterios, entre los cuales están los de escala (prisa y cantidad). Si la idea no es buena, podemos intentar mejorarla o combinarla con otras.

Evaluar está bien, pero sólo evaluar no es suficiente.

¿Qué quiero decir con esto, en la práctica?
  • Que necesitamos tener información acerca de a qué velocidad crece cada tipo de alimento vegetal, si queremos poder enfrentarnos a una crisis de desarrollo rápido.
  • Que si hay redes de semillas, que las hay, hay que ver cuántas semillas y para cuánto dan. Para ver si darían para, en un momento dado, aumentar la producción multiplicándola por 10 o por 100 rápidamente.
  • Entre otras cosas.
Por eso me empeño en calcular las cosas, para poner números a las ideas.

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