Mirando hacia el futuro, no sabemos por dónde nos van a venir los nuevos golpes del destino, ni cuándo.
Mirando hacia el presente, hay cosas que querríamos mejorar incluso aunque no vengan nuevos descalabros.
Para cambiar, sea de forma obligada o voluntaria, hace falta flexibilidad. ¿Dije planes? No. Dije flexibilidad.
Flexibilidad, ¿dónde? ¿Y cómo?
No sé si importa mucho, porque los seres humanos estamos hechos para ser flexibles. Especialmente cuando no nos queda otra opción.
Las instituciones que creamos, en cambio, no. Esas, a veces, son rígidas hasta la muerte. Hasta nuestra muerte.
Es una opinión, transitoria, y vale lo que has pagado por ella. ;-)
Intentando ser más operativo: creo que la flexibilidad se puede apoyar en algunas características particulares:
- Comunicación. Hablar las cosas. Entre tantos como sea necesario. Durante tanto tiempo como sea necesario. Diciendo tantas inconveniencias como sea necesario. Escuchando. Haciendo preguntas y quedándose a conocer las respuestas.
- Ensayos. Intentos. Pruebas. Errores. Reflexión breve o profunda acerca de los errores. Más ensayos. Intentarlo desde dentro. Y desde fuera. Por todos lados.
- Tratarnos bien. Unos a otros, y cada uno a sí mismo. Si no has dormido no puedes estar despierto. No me insultes, que yo tampoco sé.
(Ah, sí: algunos preparativos. Otro día te hago una lista.)
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