La intención era llevar el tractor de código abierto (LifeTrac), con un nuevo prototipo del motor hidráulico (PowerCube IV), a la feria de inventores Maker Faire.
12 horas antes de salir hacia la feria, el motor se les reventó. En particular, la "araña", que supongo es la parte en la que se produce la distribución del fluido hidráulico. En los prototipos anteriores del PowerCube, les había durado un año, pero esta vez les duró sólo unas pocas horas antes de dañarse.
Por lo visto, no durmieron nada en toda la noche, intentando arreglar la cosa.
Lo siguiente que supe fue que estaban tirando del tractor con un transportín, con Thad bastante de morros, hablando de lo difícil que es seguir adelante, y de cuántas cosas malas les habían pasado en las últimas horas, y de cuánta gente negativa hay por ahí.
En un determinado momento, Thad estaba bastante fastidiado. Parafraseando: "soy ingeniero de software, qué hago yo intentando arrancar un motor hidráulico que se niega a cooperar, justo a unos pocos metros del aparcamiento de la dichosa Feria esta ..."
Se desahogaba con el iPhone, y el par de personas que estábamos en línea no podíamos hacer nada sino dar algún comentario de ánimo.
Mi comentario fue numérico:
- Ni siquiera mil personas negativas lograrían contrarrestar a un "verdadero fan".
- 10 mil personas, cada uno aportando 10 dólares al mes durante 24 meses, supondrían para OSE los casi 2 millones y medio de dólares que necesitan para su proyecto.
- (Su proyecto es producir, de aquí a diciembre de 2012, un DVD con los diseños de 50 máquinas de código abierto para crear una civilización cómoda a partir de recursos locales.)
- 10 mil por mil serían 10 millones de personas negativas. Y no serían capaces de evitar el progreso de OSE (sea el que sea).
Y Thad rearrancó el motor. ¡Y funcionó!
Seguro que la intervención de los "fans verdaderos" dando ánimos no fue ni crucial ni determinante. Antes o después, Thad o Marcin o quien fuera habrían activado aquel interruptor, y el Tractor habría recorrido los últimos metros hasta ser aparcado en su sitio en la Maker Faire.
Pero la sensación de conexión con, bueno, unos pirados que ahora están en Kansas City, fue muy rara.
Luego, me quedé un rato viendo como se inscribían en la Feria en vivo y en directo. Marcin y otro tío montaron por allí en monociclo, añadiendo un poco de surrealismo. Y finalmente desconectaron, para tomar más café y una pizza y, supongo, para descansar un poco.
Ya habrá más noticias. Mejorarán los prototipos y aprenderán y conectarán. De momento, que descansen, y te pongo el resumen de Thad dado a los que estaban ahí:
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