Es fácil criticar a toro pasado: pensaba que las cosas eran de una manera, son de otra, qué tonto era yo antes. (Ahora soy listo, claro. Hasta la próxima.) El caso es que ...
Conté a varias personas cómo hacer mapas mentales. Una de ellas me dijo había visto a gente con tendencia a, literalmente, irse por _la_ rama.
El aprendiz, por lo visto, creaba una rama y a esa le pegaba otra, y otra, y otra ... con lo cuál aquello no era un mapa mental sino una sucesión de ramas que le daban la vuelta completa a la hoja.
Es lo que puede pasar en una reunión de la comunidad de vecinos. En el orden del día está "la limpieza de la escalera". Alguien menciona que el jabón líquido ha subido de precio. Una cosa lleva a la otra ... y acabamos hablando de los políticos alemanes. En tiempos de preocupación hay "pensamientos sumidero". ¿Te ha pasado? Recuerdo que ...
¿Y la escalera? ¿Quién se ocupa de la escalera? ¿Cuál era el orden del día?
Los mapas mentales son para combinar dos actividades: soltar al sabueso, retener, redirigir, volver a soltar.
Explorar una rama, y cambiar de rama. Y, también, trabajar en modo panorámico: ¿qué ramas voy a hacer? ¿Cuál es el orden del día? ¿Cómo organizamos nuestras ideas y conocimientos?
No sólo estás pensando, sino que estás controlando - de forma amable y bienintencionada - tu propia actividad pensadora.
Montar en bici "sin manos", cuando no sabes hacerlo, es peligroso ... porque acabas hablando de la Merkel.
Lo que hacemos - con los mapas mentales y con otras herramientas (el orden del día de una reunión es una herramienta) - es meta-cognición. Pensar acerca de pensar. Ser sabueso y, al mismo tiempo, ser cazador.
Cuando ves una película, es Spielberg el que atrapa tu atención, te agarra por la nariz y te lleva a donde él quiere, y así tú descansas.
De resto ... ¡Buena caza, y que seas tú quien decide el orden del día!
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