Al principio, el subtítulo de la bitácora/blog era algo parecido a esto: "agua, comida y energía - autosuficiencia en 3 años". ¡Propio de un novato, dirás, y tendrás razón!
A mitad de camino, harto de planes, plazos y patinazos, cambié ese subtítulo por el actual: "Objetivo: flexibilidad. Porque es difícil ser sólo pesimistas o sólo optimistas viviendo al borde del caos. Lo que hace prudente considerar qué saber, qué hacer, qué tener preparado."
No sé si todo el mundo lo entiende igual, pero vivir "al borde del caos" no debe traducirse como que tenga miedo a que las cosas se descontrolen. La expresión "al borde del caos" se refiere a que los sistemas vivos tienen una cierta cantidad de orden y también una cierta cantidad de desorden. En un gráfico que mida el grado de orden, están a mitad de camino, en un borde rugoso e inestable. Esa "posición" es lo que les permite adaptarse a los cambios, cambiando para adaptarse. Las cosas interesantes ocurren "al borde del caos". Es, si queremos ponernos pedantes, es ir más allá de la resiliencia.
En cuanto a lo de "pesimistas y optimistas", esa es la parte que cada vez sé expresar con más claridad. A lo que me dedico es a los futuros posibles. Todo un abanico (multicolor) de futuros posibles.
Casi que la parte que menos me interesa del abanico es la central, la del "más de lo mismo". Por una parte, porque no veo fácil que las cosas sigan como están. Porque muchas cosas son insostenibles, y lo insostenible - no sé si te has fijado - no se sostiene. Por otra, porque en los extremos las diferencias son más visibles, y nos dan pistas que luego son utilizables para el día a día.
Así que Imagina Canarias, en este momento, se dedica a dos tipos de futuro extremo:
- las catástrofes (situaciones malas, sobrevenidas o producto de nuestras propias acciones o inacciones), y
- los futuros extremadamente venturosos.
Eso requiere, como voy descubriendo, un cierto grado de independencia intelectual. En particular, independencia respecto a las cosas que creemos creer. Tarde, yo que he sido más de buscar la creatividad (casi como finalidad en sí misma), estoy descubriendo lo del espíritu crítico. Aunque puede que lo esté aplicando primero a quienes presumen de espíritu crítico. Porque - atención - no son suficientemente críticos. Y porque ser críticos no es en absoluto suficiente, estando las cosas como están. (Fin de la disgresión.)
Últimamente, además, la exploración incluye un componente cada vez más local. Que empieza a ser visible, y que será cada vez más visible con el tiempo.
Detalles:
- He modificado mi página web. No esperes mucho. Es sólo una página.
- Esperando, se ha publicado mi pequeño trabajo sobre grandes catástrofes. Y, más cerca imposible, el inicio de secuela local, que puedes ver aquí y que me tiene muy interesado porque no sé hasta dónde podemos llegar.
- Voy encontrando mi voz en twitter, como ImaCan. Podemos conversar, y tal vez echar cosas p'alante. He tardado medio siglo, pero hay algunas cosas que las voy teniendo más claras. (Algunas.)
- Estoy aprendiendo algo de permacultura (no en plan religioide). No porque crea que es "la" solución (cosa que sinceramente no creo, porque deja algunos flancos importantes sin proteger), sino:
- porque necesito aprender,
- porque quiero ver si es posible pensar en una "permacultura de emergencias" (voluntad o necesidad súbitas, análogos climáticos, diseños descargables - el hexayurt de la permacultura),
- y porque quiero examinar con todo el detalle posible la vieja idea de Canaripedia/Localpedia: visiones basadas en datos.
Ese es, posiblemente, el cambio mayor en el enfoque de Imagina Canarias: no "sostenibilidad", sino "abundancia". Partiendo de la realidad y dando pasos concretos, aspirar a un futuro que nos resulte realmente atractivo.
¿Tú qué dices?
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