Me parece útil distinguir 3 grupos de personas: los que tienen poder económico, los que tienen poder político, y los que tenemos poder microscópico.
Los dos primeros grupos, por abreviar políticos y corporaciones, obedecen a sus propios incentivos, y tenemos una idea aproximada de cómo funcionan. A veces funcionan como dos caras de lo mismo, y cuando no es así la impresión es que en general predomina el interés económico.
Su efecto sobre los del tercer grupo va desde beneficioso a letal. Si fuera siempre letal o siempre beneficioso las cosas serían más fáciles, ¿no? Recientemente nos estamos fijando en sus efectos dañinos:
- En suministros, vemos cómo no hay medicamentos caros para pobres, y cómo la alimentación tiene la calidad que tiene.
- En ecología, se reúnen en Copenague y no sacan nada en claro. Se hacen y se permiten perforaciones inseguras, y eso es sólo la punta del iceberg de un daño ecológico que se mide en contientes deforestados y profundidades marinas invisibles pero, dicen los expertos, "peladas".
- En economía, tuercen las palabras, salvan a bancos porque son demasiado grandes para caer, salvan luego a países, hay bancos que parecen ganar más a pesar de todo, y los recortes se hacen primero a los que están más a mano y de los otros ya iremos viendo. El futuro será el que sea, pero siendo benévolos diríamos que no va claramente a mejor.
¿Qué está pasando, y qué va a pasar?
Mi impresión, y espero estar equivocado, es que las cosas se están acelerando, y que van rápidamente a peor. Las cosas que he mencionado sobre la economía, la ecología, el dinero y la gobernabilidad no me gustan nada.
Creo que esos cambios a peor no son algo coyuntural, sino estructural. El dinero, por ejemplo, está diseñado para que se produzca de forma centralizada, y para que sea escaso.
Creo que las corporaciones y los gobiernos son entidades psicopáticas, que carecen de los límites instintivos naturales que hasta los lobos de Félix Rodríguez de la Fuente tienen. Un lobo ganador se frena antes de degollar al vencido. En las estructuras que hemos creado, las reglas del juego obligan a reaccionar a corto plazo (Wall Street) y penalizan al prudente y al compasivo.
Puedo estar equivocado, y entonces todavía nos queda el deterioro ecológico actual, el estrés y agobio actuales, la pobreza y la enfermedad actuales.
Y las catástrofes súbitas más o menos locales.
Así que, en cualquier caso, necesitamos poder cambiar. Porque queramos o porque lo necesitemos. A nuestro ritmo o urgentemente. Por las buenas o por las malas.
Por eso como subtítulo de esta bitácora está la "flexibilidad".
Creo lo que decía Buckminster Fuller: "No cambiamos nunca las cosas luchando con la realidad existente. Para cambiar algo, construye un nuevo modelo que haga el modelo existente obsoleto."
¿Y cuál es el modelo actual, la realidad existente? A ver qué te parece esta versión:
Los gobiernos y las corporaciones son nuestra forma actual de financiar la infraestructura vital, nuestras querencias, y nuestras preferencias.
Los seres humanos necesitamos cosas para mantenernos vivos durante todos los años de nuestra vida potencial. Necesitamos agua, comida, protección contra el frío y el calor excesivos, prevención y tratamiento de las enfermedades, y protección contra heridas naturales y de origen humano. Todas esas necesidades las resuelve el medio natural (bebes agua de un arroyo cristalino) o la infraestructura vital (tiras del cubo de un pozo, o te sirves agua de marca en un hotel de cinco estrellas).
Además, queremos cosas que no son indispensables para mantenernos vivos, pero que hacen que la vida tenga sentido, y agrupamos todo eso bajo el paraguas de las "libertades". Libertad de movimiento, de asociación, de aprendizaje, de compra-venta, de sexo, de expresión. En muchos casos, la libertad es no estar atados por la voluntad de otros (poder circular). En otros, la capacidad física de hacer lo que queremos (tener vehículo para circular).
Hay un tercer tipo de cosas, que ni necesitamos ni queremos con intensidad, y que simplemente preferimos. Necesito comer, quiero poder elegir qué como, prefiero el helado de este sabor. Está bien, pero no te mueres de eso ni, en general, armas una revolución por eso.
¿Y qué pintan en esto los gobiernos y las corporaciones, y el modelo actual? Repito lo de arriba:
Los gobiernos y las corporaciones son nuestra forma actual de financiar la infraestructura vital, nuestras querencias, y nuestras preferencias.
Los gobiernos, y las corporaciones (que empezaron siendo empresitas), surgieron inicialmente para satisfacer nuestras necesidades, querencias y preferencias. Porque tenían innegables ventajas.
Porque, y esto es lo importante, son una forma razonable de financiar la adquisición de las infraestructuras que necesitamos, queremos o preferimos.
Esas entidades son, en esencia, un dispositivo de asignación de los recursos comunes. En vez de que cada uno tenga su propio sistema de energía, es razonable construir, en realidad ir construyendo, una red eléctrica con centrales y cables y normativas y suministros y pagos.
Construimos gobiernos y corporaciones como quien constituye una comunidad de vecinos, o un pozo. Porque es más sencillo tirar del cubo que caminar 3 horas. Porque nos viene bien.
Para verlo claro, podemos imaginar la alternativa. Para hacerlo más concreto, veamos el caso de la isla de Tenerife.
2000 km², de ellos creo que un 42% parques naturales, y 800.000 personas. Haciendo cálculos, más de 1000 m² por persona, o bien 5000 m² (media hectárea) por familia de 4 personas. Cultivando de forma inteligente, captando toda el agua de la lluvia, comiendo sano y siendo cuidadosos con los accidentes, cultivando nuestros propios antibióticos, podríamos esencialmente vivir de manera autónoma en cuanto a los recursos que necesitamos, y conectada en cuanto a viajes e información y comercio de cosas que queremos (ordenadores y gafas de leer, por ejemplo) y preferimos (alguna comida que no se cultiva aquí, sedas de la China, etc).
Lo que estaríamos haciendo, en esa realidad alternativa, es construir maneras alternativas de financiar las infraestructuras que satisfacen nuestras necesidades, querencias y preferencias.
Pero el caso es que lo estamos haciendo de la forma que conocemos: centralizando y especializando y globalizando, todo ello a través de esas entidades que son los gobiernos y las corporaciones. Porque nos viene bien, en principio. No porque sea la única manera.
Sería interesante ver cómo los "muchos y dispersos", ahora "muchos y conectados y diversos e innovadores", pueden, podemos, hacer que emerjan alternativas a los gobiernos y corporaciones que nos inventamos el siglo pasado.
Las hicimos crecer porque nos venían bien, pero puede que haya que salir de su cascarón y hacer otra cosa.
Podemos imaginar alternativas artificialmente contrastadas y recortadas, aunque lo normal es que tengamos modelos mixtos, según vayamos pudiendo y según nos venga bien:
- Como alternativa al petróleo podríamos tener energías renovables que, es importante políticamente, son locales.
- Como alternativa a la comida global, y al agua que necesita energía global, podríamos tener comida y agua locales.
- Los servicios de sanidad y seguridad nos los podríamos dar unos a otros, tal vez pagándonos unos a otros con monedas locales.
- Podríamos estar más conectados, no menos, con otros que también hacen lo suyo localmente.
Hay muchísima gente que lleva décadas trabajando en eso del "otro modelo". Todos los que dicen "otro mundo, otra economía, otra política, otra ... lo que sea ... es posible" apuntan a esas posibilidades.
Que son sólo posibilidades, porque no sabemos que iremos queriendo, y si tendremos que cambiar de opinión por el camino, o si en unos sitios se ensaya una cosa y en otros otra cosa totalmente distinta.
Como, por otra parte, hacemos siempre los humanos.
La pregunta que nos hacemos como individuos es, de acuerdo, ¿y qué hago yo ahora? Y, antes de acelerarnos, ¿de verdad tengo que hacer algo?
Mi opinión es que todos tenemos, de fábrica, resistencia al cambio. También necesitamos, queremos y nos apetecen los cambios. Pero, ligero matiz, nos resistimos a los cambios impuestos.
Y, por supuesto, parte de la resistencia es física y real: tenemos que seguir comiendo, pagando alquileres e hipotecas, yendo a trabajar. Es objetivamente complicado.
Creo que cambiaremos cuando lo necesitemos. Y en ese momento, y no antes, querremos poder cambiar, de forma rápida, y de forma más o menos masiva.
En el fondo, de lo que se trata es de que los cambios individuales se pueden ver facilitados de manera que puedan ocurrir rápidamente.
En esto de la facilitación, muchos ven la ventaja que supone internet: en dos patadas aprendemos a lavarnos las manos y toser en el codo en caso de pandemia. Porque el conocimiento no se desgasta al copiarlo. Y por eso nos ilusionan la wikipedia, la appropedia y demás familia.
Otros ven la desventaja de la simultaneidad: si todo el mundo quiere comprar jabón para lavarse las manos al mismo tiempo, hay problemas potenciales de desabastecimiento. Y por eso insisten en lo de la agricultura local, para adaptar recetas globales a ingredientes locales.
Un tercer grupo intenta imaginar una salida. ¿Podría fabricarse jabón con recursos ubícuos, copiando la receta rápidamente? Es la vía que se ha pensado para el hexayurt: casas con cartones y maderas estándar, que aprendes a cortar y armar viendo un video en internet. De la misma manera, es posible aprender rápidamente a resolver lo del agua potable. Aunque, bueno, la comida tarda más en crecer. Y armar las cosas no es trivial.
Flexibilidad.
Así que, concretando, ¿qué hacemos?
No sé tú. Yo tengo esta bitácora, y vivo fuera de ella. Tengo contactos con gente diversa. Y estoy moviendo, naturalmente con otras personas, algunas cosas concretas, a las que te invito:
- Hay un grupo en Canarias, y en particular en Tenerife, que está armando cosas friki con arduinos. Si las cosas van bien, se puede ir preparando el terreno para que florezca la capacidad local de fabricar cosas de forma flexible, compartiendo recetas y usando en la medida de lo posible recursos locales. Es muy embrionaria la cosa, y habrá interacción entre lo global y lo local.
- Estamos viendo lo de la comida local. En particular, lo de la agricultura. Me gustaría pensar que orgánica, ecológica, con control integral de plagas, o como la llamen los expertos. Lo de la agricultura está asociado a lo del agua, a lo de los emprendedores, y a más cosas. Pero se empieza por una esquinita. Y hay que verse las caras.
- Estoy con lo de la creatividad, y veremos qué se puede hacer en los próximos meses.
- En el mundo "virtual" (que es muy real), está esta bitácora. Y un wiki o más. Y un foro. Y los videos, y la idea de tener entrevistas y conversaciones. Y lo de contribuir a appropedia y hacer traducciones. Todo ello como formas de recopilar y compartir información, enlaces, ideas. Y como formas de hablar en voz alta para contactar unos con otros.
Comenta o escribe a imagina (punto) canarias (arroba) gmail (punto) com, para comentar, corregirme, animarme o desanimarme, y sobre todo si quieres participar en estas cosas o invitarme a otras.
¡Gracias!
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