Objetivo: flexibilidad. Porque es difícil ser sólo pesimistas o sólo optimistas viviendo al borde del caos. Lo que hace prudente considerar qué saber, qué hacer, qué tener preparado.
Espejito, espejito
Fui a la cristalería de cerca de casa, y que me corten un trozo de espejo de 4 cm x 4 cm cuesta la friolera de 3 euros.
Así que crear algo como esto no debe de ser muy barato. Eso sí: limpio seguramente sí es. Y esta versión ligera de la misma idea, tampoco está mal. (Pero, idea creativa al canto, resulta que hoy estaba pensando en deshacerme de muchos CDs con versiones desfasadísimas de Linux, y creo que voy a trocear los CDs para hacerme un prototipo de concentrador solar. Y, más práctico: voy a ver si en la ferretería de cerca de casa me venden algún "corta cristales" y, supongo, un "lima bordes-cortantes". Sí: ahí me dirán una cosa o dos. Y luego reencuentro el sistema de "programar" la dirección de los espejitos con dos tornillos que atraviesan la base desde debajo, y listo. Estos de la foto tienen 64 espejos curvos. Yo con 32 espejos planos voy que me mato.)
El asunto es que tendríamos que estar ya creando "centros de aprendizaje", como http://www.aprovecho.net/, para aprender y enseñar.
O eso, o ver lo que están haciendo en el continente de al lado (con un PDF en español de abril de 2007).
Rumiación: lo esencial es la comida, pero para la comida hace falta agua y algo de energía (nevera y cocina). Y, en nuestro caso, para el agua hace falta algo de energía. Así que energía. Y conocimientos. Y algo de empeño y/o "marco motivacional".
Nah, que este verano voy a ver si sigo avanzando en hacer algún prototipo de concentrador. ¿Y luego qué? Realmente, lo que hará que cambien las cosas, supongo, es la primera unidad que llegue a nuestras costas, mostrando que la cosa funciona.
Por cierto: donde hay más sol es donde hace falta más agua. ;-)
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