Frente a las catástrofes sistémicas, nos planteamos cuántas cosas distintas pueden romperse. Con la idea, sensata pero posiblemente insuficiente, de que reforzando muchas de esas cosas estamos protegiendo al conjunto de la sociedad.
El ejemplo típico es una pandemia suficientemente grave, o la amenaza de un ataque biológico no natural sino esparcido por seres humanos, que haga que mucha gente tenga enfermedad o miedo, y abandone su puesto de trabajo. Del tejido social, se rompen hebras aleatoriamente, y le sigues mentalmente la pista a los efectos dominó.
Es el caos. (Ver Dave Snowden.)
Hay antecedentes de ideas geniales que lo que consiguen es simplificar un panorama, cambiando la pregunta.
En el caso del caos, ¿qué es lo que permanece constante en todas las situaciones catastróficas?
Lo fundamental es que queremos que la gente se mantenga con vida hasta que la situación catastrófica remita por sí misma, o hasta que la gente (que se mantiene con vida) pueda reconstruir las cosas necesarias.
Para eso, lo fundamental no es que se mantengan en pie determinados sistemas, sino que se sigan prestando los servicios vitales que hasta ahora hayan prestado esos sistemas.
No son las tuberías, sino el agua, que tal vez haya que mover en camión si las tuberías están rotas.
Hasta aquí, con algunas capas más, las ideas y "herramientas conceptuales" propuestas por Vinay Gupta. (Que es quien, comentando cómo surgió lo del SCIM, que yo traduje como SCIMes, me comentó lo de la invariancia. Que, como digo, me parece un "cambio de pregunta" brillante.)
De ahí a considerar que esos servicios vitales son la base de la sostenibilidad, no hay más que un paso, que es muy natural y muy lógico para cualquiera que piense un poquito sobre el particular. Porque si como dice Gunter Pauli (y sospecho que otros) "la sostenibilidad es conseguir lo que queremos con lo que tenemos [de forma indefinida]", la respuesta a las catástrofes es "conseguir lo que necesitamos con lo que tenemos [ya]".
En la situación actual, en la que hay muchos muy mal y una parte de nosotros en riesgo real [nunca seguridad, pero sí "riesgo suficiente"] e inmediato de que las cosas empeoren pronto (por la economía/petróleo/geopolítica), creo que lo básico es que, una vez que todos estemos vivos, hasta los límites naturales de la vida humana, sin dañar a la biosfera por el mismo hecho de existir, seguimos hablando. :-)
¿Qué consecuencias prácticas tiene esto ahora mismo? La primera, un poco de tranquilidad:
- ¿Se acaba el petróleo barato? SCIM, y luego ya veremos.
- ¿Aumenta el precio de la comida? SCIM, y luego ya veremos.
- ¿Empeoran las consecuencias del cambio climático? SCIM, y luego ya veremos.
- ...
- ¿Quieres desarrollar la sostenibilidad (concepto muy diferente a la tontería esa del desarrollo sostenible)? SCIM, y luego ya veremos.
Si haces un barrido SCIM para Canarias, ves que el frío y el calor no son un problema salvo para un número relativamente pequeño de "sin techo" (que alguien busque las estadísticas, por favor), y que si por lo que sea hay más, techos hay por todas partes. Ves también que no hay un ambiente de violencia política, y que si aumenta la agresividad interpersonal será, en todo caso, por enfado ante la falta de recursos. (De nuevo, corríjanme si me equivoco.) Y, por último, ves que usamos comida y medicamentos que vienen del exterior, y combustible (que también viene del exterior) para parte del agua (potabilizarla y moverla).
En resumen: en Canarias estamos como estamos, y si quieres proteger a Canarias de "shocks", intensos y globales y sistémicos, probablemente tienes que centrarte en lo básico, que es diferente de lo que sería necesario en, digamos, Noruega o Libia o Haití.
Estudia SCIM. Son nuestros factores invariantes. Y luego ya veremos.
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