Sin Esperanza

Abandonar la esperanza

Si tener esperanza es confiar en que la solución venga del universo, creo que es mejor abandonar la esperanza.

Tenemos claro qué pasa, y qué hacer, pero no cómo hacerlo. Naciones Unidas lo tiene claro, y tú lo tienes claro. Lo empujamos para hacerlo retroceder, con éxito desigual según los días, hasta el trastero de nuestro subconsciente. Pero lo sabemos.

Permíteme resumir de forma escueta lo que está mal, luego revisar qué tenemos y qué podríamos hacer, y qué pienso hacer yo.

(Esta forma de hacer el barrido está en mi palante.pdf, que puedes usar como está o adaptar para el entorno y estilo que quieras. Si lo usas y me lo dices, te lo agradezco, pero si no, literalmente, no pasa nada.)

Lo demás es, bueno, "esperanza". Es decir, algo no muy útil, me temo.

Lo que está mal

En breve seremos 7 mil millones de personas, y tanto ricos como pobres estamos ensuciando el planeta. Los norteamericanos quemando petróleo, los chinos quemando carbón, y todos los demás, de forma variable, haciendo lo que hagamos.

No cambiamos porque hemos cedido la toma de decisiones a los niveles superiores, y los niveles superiores están secuestrados por intereses rígidos e insensatos. El diseño político y el monetario favorecen la acumulación centralizada de poder, cuando sería mejor tener una parte centralizada y otra distribuida.

El resultado es que, año tras año y sin importar cuántos Kyotos y cuántos Copenhagues se celebren, ni cuán festivas sean esas celebraciones, seguimos esquilmando y ensuciando el entorno físico que nos permite vivir, y tratándonos mal a nosotros mismos y a otros.

Lo sabemos, y si hacemos cambios son minúsculos hasta el punto de ser ridículos, y eso, nuestra inacción personal cronificada, forma también parte de lo que sabemos que está mal.

Conservamos la esperanza, que es confiar en que la solución venga de fuera, y eso es parte de lo que está mal, porque nos paraliza.

Me temo que vamos a tener que hacer lo que haya que hacer, aún sabiendo que es poco, tarde e inadecuado. Pero, ya lo habrás leído en otra parte, si no empezamos ahora, entonces ¿cuándo? Y si no lo hacemos nosotros, entonces ¿quién?

Lo que tenemos

En Canarias somos 2 millones de personas. Tú sabes leer y, seguro, muchas más cosas. Si miras a tu alrededor, dentro y fuera de casa, verás los recursos que tenemos, cada uno y entre todos. No es poco.

No te voy a aburrir con los detalles, pero sospecho que puedes hacer una lista con al menos 5 cosas que tenemos.

Por supuesto que hay cosas que _no_ tenemos. No tenemos líderes políticos y empresariales visiblemente maravillosos, por ejemplo. Pero si tienes simultáneamente 2 vasos de agua, uno lleno y otro vacío, ¿a cuál dedicas tu atención? ¿En serio que al vacío?

De la misma manera, simultáneamente tenemos ausencia de "líderes políticos empresariales visiblemente maravillosos". Y tenemos presencia de nosotros mismos y nuestros recursos. Así que ya sabemos a qué prestar atención. (No era tan difícil.)

Cada uno de nosotros es "uno entre siete mil millones". Podemos usar eso, bebernos ese vaso de agua, tragarnos la píldora de no sé qué color, o dejar pasar la oportunidad. Es cuestión de exactamente cada uno, y en eso cada uno está solo. O no. ;-)

Lo que podríamos hacer

Sabemos lo que hay que hacer, y tenemos los recursos, pero falta movilizar los músculos en paralelo. Eso tiene dos partes: movilizar los músculos, y hacerlo en paralelo. No se puede paralelizar un movimiento que no se realiza.

Así que lo primero es hacer algo, algo que esté a nuestro alcance, y que por tanto es limitado. Pero entonces entra en acción lo segundo: comunicarlo, publicitar nuestros proyectos, dejar flecos obvios para invitar a quien pueda hacer lo que nosotros no podemos hacer, señalizar el camino para que quien quiera se sienta invitado. (Es lo que hacen los científicos en el último apartado de los artículos de sus revistas: "nuestra investigación plantea nuevos interrogantes" y bla, bla, bla.)

Hacer primero, invitar después - pero ¿hacer qué? Sospecho que uno de cada mil será un pionero, y el resto iremos detrás. Así que hay que buscar a alguien que esté haciendo algo, y ayudar. Buscar a alguien que haya dejado de hablar.

Lo que voy a hacer personalmente

Yo he abandonado la esperanza. He encontrado a Marcin (con sus 50 máquinas) y a Vinay (con su hexayurt), y a otros a los que no tengo capacidad para ayudar ("vasos lejanos"). Estoy facilitando en lo que puedo el experimento Canarnova. También estoy haciendo alguna otra cosa local por mi cuenta, pero no te la puedo contar todavía, y te la contaré en cuanto me sea posible. A un nivel mucho más local, voy a repasar la resiliencia en la vivienda, y ver qué puedo mejorar (SCIMes y Resilience Designer).

¿A quiénes has encontrado tú, y cómo estás ayudando en lo que ellos empezaron? ¿Estás iniciando tú algo? Si estás haciendo algo, puedes invitar a otros. Si no, calla y sigue buscando por dónde empujar. O di qué sabes hacer y pregunta, porque esto es casi como buscar empleo. O sin "casi".

2 comentarios:

cecilia dijo...

Quisiera saber si el autor es Lucas González, médico, que habló de mapas mentales, lectura rápida en La Laguna. me urgiría un mail para contactar con él. Gracias

FluSCIM dijo...

Sí, imagina punto canarias en gmail punto com.