Ya es hora de arreglar nuestro sistema alimentario

No es lo mismo la comida que el sistema alimentario. La comida crece sola, haciendo caso a su ADN, si el entorno lo permite. Crecerá más o menos, y habrá unas cosas u otras.

Es nuestro sistema alimentario el que da pena. Nuestro sistema alimentario, en el que la cadena que da lugar a los alimentos localmente se engancha a la distribución global, y en el que una parte de los alimentos producidos en otras partes viaja hasta nosotros.

Pero esto ya lo sabes, y también sabes que en Imagina Canarias buscamos cómo avanzar, y no nos quedamos en el diagnóstico.

He empezado a pensar, creo que con más profundidad que antes, en el sistema alimentario canario. Para eso, primero, he empezado a pensar en el sistema alimentario en general. Lo estoy haciendo en abierto, en appropedia, concretamente en http://www.appropedia.org/Global_Food_Swadeshi_Project. Tengo todavía que convertir ese mapa mental en un texto legible, y mi idea es tenerlo en ambos idiomas: en español y en inglés, no sé en qué orden.

Aquí está el mapa mental (lo siento, en inglés de momento):



La idea es que el sistema alimentario tiene muchos componentes.

En algunos no podemos influir demasiado: no podemos cambiar las estrategias europeas que emanan de Bruselas o de por ahí arriba. No podemos cambiar los precios internacionales del combustible ni de la comida. Tampoco podemos, creo yo, cambiar el sistema político local, ni el quién es quién dentro de ese sistema político.

Pero hay algunos componentes en los que los individuos sí podemos influir. Por lo pronto, lo que estoy haciendo me está sirviendo para entender el sistema alimentario con detalle. No es ninguna tontería lo de "entender". Nos permite ubicarnos en el sistema, conocer sus puntos inamovibles, esos en los que, en nuestra actual opinión, no merece la pena que perdamos personalmente el tiempo. Y también los puntos en los que aplicando un poco de fuerza, tal vez podríamos tener algún efecto desproporcionadamente grande.

Con esa comprensión, creo que voy a poder detectar algunas cosas que están en mi mano: puedo cultivar un poco, puedo diseñar elementos que sean parte del sistema completo, puedo traer elementos para otros.

Creo que también podré, en su momento, empezar a pensar en el sistema local: mi municipio. Podré ver cuánto terreno hay, cuántos balcones y azoteas, cuántos jubilados con algo de tiempo libre, cuántos parados y de qué edades. Podré explorar cómo funcionan los supermercados y los mercados de abasto, cuál es la normativa de agricultura y de sanidad. Podré calcular cuánto compost se podría producir con los resíduos de cocina y retrete de la gente que vive en mi municipio. Podré ver quiénes hacen ya cosas y cómo sería eso de hablar por hablar, y de hablar para hacer. Podré hacer todo eso pensando en mi municipio y en mi barrio y en mi isla y en mi edificio y en mi casa. Podré inventar y documentar y puede que hasta ensayar modelos de negocio, nichos ecológicos para gente que quiera influir mientras se gana la vida y mientras se divierte.

Tal como yo lo veo, y aquí entra lo de "imaginar Canarias", es posible crear imágenes de uno o más futuros deseables, y ponerles cifras y requisitos y pasos concretos. Sin esperar por Bruselas ni por nadie. Porque, conociendo el sistema bien y en detalle, no nos hace falta esperar. Ya está bien, ¿no? De hecho, ya he empezado y estoy aprendiendo alguna cosa interesante.

Porque, claro, se trata de hacer.

Divirtiéndonos por el camino, que es importante. Muy importante. Una revolución triste o sosa no es una revolución que merezca la pena. Los de Linux y el Software Libre siempre hemos hecho "fiestas de instalación", en la que nos copiamos programas libres unos de otros. Compartir es una fiesta. Y "ganar dinero haciendo cosas buenas" es mejor que ganar dinero a secas.

Y sin pensar que, o soy autosuficiente en todo en el nivel familiar, o nada. Porque eso tampoco es verdad. Hay que pensar de forma sistémica: quién gana qué haciéndo qué cómo, y haciendo caso a su propio porqué.

En Canarias el sistema alimentario es un asco. Lo sabemos. Estoy bastante convencido de que, aplicando un poco de energía por aquí y otro poco por allá, podemos cambiarlo del todo y divertirnos mientras. No sé cuánto tiempo tenemos, ni cómo lo vamos a hacer en detalle, pero algunas cosas van estando más claras.

¿Tú qué dices?

2 comentarios:

FluSCIM dijo...

Libro que se puede conseguir localmente.

FluSCIM dijo...

Y comentado aquí y en más sitios.